Ser una persona avariciosa
Las principales causas por las que perdemos algo pueden ser: la dejadez, la falta de interés o cosas varias que se te ocurran.
Pero también hay otra formas de perderlo.
(No me refiero a dejándotelo en casa)
Hay veces en las que nos ciega tanto nuestro objetivo, que dejamos de lado aspectos importantes.
Y esto, después, pasa factura.
Entonces, ¿tener avaricia es malo?
¿Es lo mejor querer conseguir algo hasta el punto de casi perderlo?
Hay momentos en los que nos tenemos que arriesgar, poner nuestras cartas sobre la mesa.
Y estar dispuestos a ganar o perder.
Sin arrepentimientos.
Para conseguir ciertas cosas, tienes que arriesgarte a perderlas.
Una amistad, un trabajo, un familiar.
(No hablo de tener que matar a nadie, que nos conocemos)
Pero cuando tu fin es evolucionar, mejorar tu situación actual; puede que dejes atrás ciertas cosas que hasta ahora estaban en tu vida.
Es posible, que aunque sea lo que más deseas en el mundo, hacer lo que tengas en mente, afecte al entorno en el que estás.
Para bien o para mal, las cosas cambiarán.
Ahí es donde tienes que elegir, si te merece la pena arriesgar o simplemente quieres seguir estando igual.
En el mismo sitio.
Pero te recuerdo que no arriesgar, te puede costar caro en el futuro…
Eso sí, nunca debes arrepentirte de perder.
Porque obviamente no somos tontos, y en el momento pensamos que lo que estamos haciendo es lo mejor.
Incluso aparece esa corazonada, que nos avisa de que tenemos que hacerlo, aunque todo el mundo nos diga que no es lo correcto.
No lo vas a saber hasta dentro de un tiempo, que más da.
Tu piensa en las veces que ni siquiera has jugado por miedo a perder.
No digo que haya que ser un kamikaze, haciendo lo que te venga en gana sin pensar.
Pero arriesga un mínimo, apuesta por lo que quieres.
Y..
Pues lo más seguro es que te salga mal, los sueños locos es lo que tienen.
Pero evitarás una sensación que es mejor no experimentar nunca.
El arrepentimiento por no haberlo intentado.
Pasa buena semana,
Sergio.